Agility

Qué es el Agility

El agility consiste en hacer pasar al perro a través de una serie de obstáculos reglamentados en un orden concreto marcado por un juez, en el menor tiempo posible y con las mínimas penalizaciones. Los obstáculos siempre son los mismos, pero situados de manera y orden diferente, ya que de lo contrario el perro lo mecanizaría enseguida.

El guía no debe tocar al perro ni a los obstáculos, excepto de manera accidental. Consecuentemente, el control del guía radica en la voz, en señales manuales y en el lenguaje corporal. Lo que requiere que el animal esté entrenado de manera excepcional. La base del agility es la disciplina de la obediencia canina.

El recorrido consiste en unos 20 obstáculos (saltos de altura, longitud, rueda, túneles, pasarela, balancín, rampa, slalom, entre otros), en un espacio de 20 x 40 metros y con una distancia máxima de recorrido de 200 metros.

Durante la competición, el guía decidirá las estrategias a seguir para dirigir al perro a través del recorrido, combinando velocidad y precisión, ya que ambas son igualmente importantes.


Orígenes del Agility

El Agility fue creado por el adiestrador canino Peter Meanwell en la primera mitad de los años 1970. La popularidad y reconocimiento de este deporte se debe a su presentación durante el Show canino de Crufts en 1977, como una forma de entretener los visitantes de esta famosísima exposición canina. En 1978, se hizo la primera presentación formal consistente en dos equipos.

La aceptación del público fue total e inmediatamente se planeó organizar una presentación para el año siguiente. Esta vez se incluyeron tres equipos. Rápidamente, esta disciplina en potencia, adquirió tantos seguidores y admiradores que se convirtió en una actividad deportiva. En 1980, el Agility fue reconocido de forma oficial como deporte canino por el Kennel Club del Reino Unido.


Categorías del Agility

Mini (Small) para perros hasta 35 cm a la cruz.

Midi (Medium) para perros entre 35 y 43 cm a la cruz.

Standard (Large) para perros de 43 cm a la cruz.

Los obstáculos de salto suben o bajan en función de la categoría del perro.

Esto nos deja la posibilidad de disfrutar de nuestro perro independientemente de su raza y tamaño, lo único que necesitamos es tener ganas de aprender practicando un deporte junto a nuestro compañero..


Quién puede practicar el Agility

Todas las personas que tengan uno o más perros pueden practicar y disfrutar del Agility, independientemente de su edad, desde niños hasta personas mayores. También las personas que tienen una discapacidad física o van en silla de ruedas pueden practicar el Agility. No se discrimina a ningún perro; pueden practicarlo perros grandes, medianos, pequeños, con pedigree o sin.

La práctica del Agility se puede tomar tanto como un deporte competitivo o simplemente como un juego entre dueño y perro.

El hecho de practicar Agility con nuestro perro mejora la relación con él y su control, estando educado y pendiente de nosotros en todo momento. También fomenta su calidad de vida, consiguiendo un animal mucho más contento, sano y psicológicamente más equilibrado.

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